miércoles, 6 de mayo de 2009

El Gourmet Viajero

Restaurantes muchos, pero buenos, lo que se dice buenos hay pocos. Aqui teneis una pequeña relación de alguno de ellos para que se os vayan haciendo los dientes largos. ¡Que aproveche!


La Gastroteca del Balneario en Alhama de Aragón (Zaragoza) es el lugar ideal para los amantes del bienestar, lo natural y con una cocina que transmite sensaciones agradables para los sentidos: sorpresa, alegría, complacencia en el sabor y agrado a la vista, es creativa e ingeniosa, una cocina moderna, imaginativa y de gran calidad para disfrutar de unas veladas únicas. Se encuentra ademas en un entorno privilegiado dentro del complejo del Balneario Termas Pallares en cuyo interior se esconde un extraordinario Lago Termal. Situado en un entorno natural privilegiado y rodeado de 68.000 m2 de parques y jardines, en su interior se esconde este lago único en Europa con múltiples manantiales termales cuyo agua mana constantemente a 32º C y se renueva cada 32 horas. Hace más de 2000 años que se conocen las propiedades terapéuticas del Balneario que hoy se complementan con los tratamientos de salud y belleza. En 1863 se empezó la construcción de dos hoteles y un casino en cuyas habitaciones se han alojado reyes, políticos, artistas, escritores, ... Una historia recuperada en el presente.



Restaurante Club Nautico del Hotel Ercilla Lopez de Haro en Bilbao, para los que les guste algun toque innovador pero con los referentes de la Gran Cocina Vasca. Las paredes y techos negros contrastan con los colores del mobiliario. Lo más llamativo sin embargo es posiblemente el magnífico suelo arlequinado de mármol junto a las vidrieras cada vez más únicas y singulares en las tendencias decorativas actuales. Cubertería de Europfelix, cristalería de Bohemia, y mantelería de Villeroy & Boch completan un servicio de auténtico lujo. La cocina liderada por Julia Heras esta basada en la gran cocina tradicional a la que ha aportado matices de creación personal. En el mismo hotel esta el Moët & Chandon Bar Lounge elegido como templum Moët y todo un referente para los amantes de tan noble liquido. El hotel tampoco tiene desperdicio. Por sus habitaciones han pasado figuras como el Dalai Lama o Jean Fonda e incluso Frank Gehry pergueño sus primeros bocetos del Museo Guggenheim en una de sus habitaciones.